La transferencia de calor está garantizada por un fluido refrigerante (agua glicolada) que circula en un circuito cerrado desde las sondas de captación verticales situadas en el exterior de la vivienda a una profundidad que oscila entre los 50 y 100 metros de profundidad, hasta el suelo radiante a baja temperatura en el interior.
miércoles, 26 de agosto de 2009
La transferencia de calor está garantizada por un fluido refrigerante (agua glicolada) que circula en un circuito cerrado desde las sondas de captación verticales situadas en el exterior de la vivienda a una profundidad que oscila entre los 50 y 100 metros de profundidad, hasta el suelo radiante a baja temperatura en el interior.
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